Puede que cuando te pregunten cómo duermen las jirafas, la primera respuesta que te venga a la mente sea: ¡pues estiradas, como todo el mundo!
Sin embargo, hay algunos aspectos sobre este curioso animal que no sabes. Entre ellos, tenemos su postura a la hora de descansar. En La Nación Digital vamos a contarte todos los detalles sobre estos curiosos animales.
Este tipo de mamífero de cuello interminable y nativo del continente africano se caracteriza por dormir de pie.
Sí, sí. Como lo oyes.
Cuando nosotros, los humanos, estamos medio tumbados en el sofá a las 12 de la noche y la película es un auténtico tostón, lo más probable es que nuestro cuerpo reaccione con esas típicas cabezaditas. Estas evitan que nos pasemos de frenada y acabemos en el suelo. O, si nos ocurre cenando, que terminemos mojando la cara en la sopa…
Pero a lo que íbamos. Las jirafas duermen de pie y, a diferencia de como lo hacemos nosotros, no tienen que pegar esas cabezadas para mantenerse en esta posición.
De igual forma que observamos en otras especies que se adormecen sin flexionar las patas, las jirafas gozan de un mecanismo que les permite bloquear sus articulaciones. Esta capacidad explica que puedan sostenerse sin perder el equilibrio.
A pesar de esto, no creas que se pasan largos periodos descansando.
Lo cierto es que la vida de esta clase de mamíferos no es muy ajetreada. No van al trabajo, no tienen que recoger a los críos al cole, no visitan con frecuencia el gimnasio… (Aunque esto último, quizás lo llevan a cabo de otro modo…).
Entonces, su actividad diaria se basa, principalmente, en dos labores: comer y dormir.
Y como tienen que dedicar la mayor parte de su tiempo a buscar alimentos (básicamente plantas, haciendo honor a su cualidad de herbívoras), no pueden dedicar tanto tiempo al sueño como nos gusta a más de uno de nosotros.
Las jirafas duermen unas 2 horas al día, y lo hacen en forma de pequeños reposos de varios minutos.
El motivo principal que explica esta curiosa manera de dormir es que, a lo largo de siglos y siglos de evolución, las jirafas han desarrollado esta útil habilidad que las socorre de los feroces ataques de sus depredadores.
Estando tumbadas por completo y teniendo que levantar ese imponente cuerpo, su seguridad se ve muy comprometida. Por ello reposan poco tiempo. Y lo hacen con frecuentes interrupciones y con sus ojos medio abiertos, manteniéndose siempre en alerta.
En muy contadas ocasiones, solo cuando están exhaustas, sí que pueden reclinarse, y lo hacen apoyando su prolongado cuello en el lomo.
Qué quieres que te diga. Yo también prefiero dormir menos, pero mantener mi vida alejada del peligro.
¿No es así?
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